El árbol:

Sentada bajo un árbol, sus hojas y su tronco son morados. Parece un árbol de muertos. No sé que significa un árbol así. Nunca lo había visto. En realidad está en mi imaginación. Hay personas, muchas personas, las presiento. No están pero las siento. Mi padre esta allí, lo sé. En alguna parte está. No, no quiero subir más escaleras. Ellos están relajados. No luchan, no suben escaleras. Bajar las escaleras es imposible. Se van difuminando. Detrás no hay nada. Como si ya no fuera posible reconstruir los recuerdos. Aquí, ahora, sin poder mover las piernas, una punzada en el estomago. El cuerpo inmóvil. Morado, hay algo morado como una mancha. Las manos frías y húmedas. Un grito, solo hay un eco. Mejor acurrucarse en la pared.


Acurrucados
el cuerpo y el árbol
las hojas caen

Lola Torres Bañuls (Valencia)

2 comentarios:

Alberasan dijo...

Un saludo Lola. Yo tampoco sé que es un árbol de muertos pero sí puedo decirte que me has creado angustia con tu narración. Frases cortitas que se suceden vertiginosas, con unas repeticiones que le dan más énfasis al escrito. No soy ningún experto, sólo puedo decir que me gusta.
Ahora pura curiosidad ¿se trata de una pesadilla?

Lola Torres Bañuls dijo...

Gracias por los comentarios.


No, no es una pesadilla, pero se parece. Es un viaje imaginario.

Saludos